miércoles, 24 de diciembre de 2008

POEMAS ERÓTICOS ¿QUIÉN NO LO HUBIERA HECHO?


Cuadro: Egon Schiele. Pareja reclinada y entrelazada.


Hoy querida

enloqueció un amigo

Querido Luis Althusser (filósofo que asesinó a su mujer, Hélenè, ahorcándola):

Después de tu locura,

mil veces intenté cerrar mis manos,

alrededor del cuello de una diosa

y no he podido,

mi corazón tiene sus límites,

entre mis manos se esconde siempre un verso apasionado.

Cuando lo único que ambiciono es matarla,

la estrangulo en una frase breve, entre guiones.

Salpico su hermosura con puntos suspensivos.

Me fascino entre signos para ganar su simpatía

y, después, la mato con un punto.

No quiero decir con esto que,

a lo mejor, algún día, en la cama de algún hotel,

en alguna ciudad lejana y extranjera, yo

quiera, en un olvido, llevar mis dedos hasta lo profundo de su sangre.

Con mis dedos perforar su garganta,

buscando antiguas perlas,

mecanismos en descomposición.

No digo eso, tal vez, la vida, la no vida. El ser viviendo pero apenas.

El no ser, siempre encallado en serlo.

Los máximos agujeros todos en círculo frente a mí,

¿quién sabe? ¿quién te dice que, ese día, no escriba mi último poema?


QUERIDO LUIS ALTHUSSER,

te dedico esta página por los gritos que nunca más escucharás

Cuando ella moría entre tus brazos, pero no moría,

el goce era infinito, yo lo sé,

¿quién no lo hubiera hecho?

Yo vi cómo sus ojos se quedaban vacíos

,como su lengua caía en un rincón del cuarto.

Yo vi cómo sus gritos se quedaron helados.

Y la sonrisa. la última sonrisa ¡qué sonrisa!

Vengan a ver al hipopótamo sangriento,

que mea contra los ojos de su amada.

Vengan a ver, ácidos y olores rancios de cuarteles,

para los ojos enamorados de mi amada.

¡Semen contaminado con los peores males de este siglo,

para la vagina abierta sin par de mi amada muerta.

Después, el golpecito divino

y ella se pone otra vez en movimiento.

Dios complaciente le perdonó la broma

y, ahí, ciegos, los dos totalmente ciegos,

nos besamos como cuando teníamos veinte años,

yo lo sé;


¿QUIEN NO LO HUBIERA HECHO?


Esos ojos abiertos como vacas abiertas,c

omo extraviadas lejanías,

ese mugido lento, entorpecido, sordo,

es mugido del alma.

Es la simpleza abierta de un vacío,

algo se rompe entre las manos, algo desaparece,

sin que por ello haya existido jamás

Abrumado por estos descubrimientos,

paso toda la noche despierto,

alejado de la cama donde mi amada, espera,

más o menos dormida, más o menos, tranquilamente,

que la mate.



Viejo Feliz

3 comentarios:

  1. Me gustó este relato, me lo llevo pretado, gracias.

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  2. Gracias, por favor, ahí está el material para que se difunda en cuantos blogs lo quieran
    Saludos
    Catulo

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