Cuadro: Boucher.
Me ataca el mozo servilleta en ristre
lo detengo con palmas verticales
claro voy a esperar
usted ya sabe mozo debo esperarla
mientras tanto pensaré un poco
no he mirado la gente a ver a ver
no he mirado la gente a ver a ver
en la mesa vecina un señor con cara de ratón
le dice a otro yo soy muy
después viene un adjetivo sin duda elogioso pero no se oye
débil mujer
débil mujer
maestra en el arte de tardar
otra vez débil con el tiempo
en qué lo ocuparías sino en llegar tarde
ídolo sobre torrecillas de cuero
ay con estos tacos no se puede caminar la pollera no me da
el tenedor me pincha me duelen los brazos de sostener
ídolo sobre torrecillas de cuero
ay con estos tacos no se puede caminar la pollera no me da
el tenedor me pincha me duelen los brazos de sostener
esta cuchara de sopa
el mal nunca penetra porosamente tus tejidos
el mal nunca penetra porosamente tus tejidos
rebota en tu debilidad y se clava en los demás
débil mujer, débil débil
tanto que se deshace mes a mes en espontánea sangre
este señor sigue hablando dice las tres son unas putas las
tres
este señor sigue hablando dice las tres son unas putas las
tres
qué mujer no lo es por lo menos con relación a un hombre
qué hombre no es un mujeriego yo también
qué hombre no es un mujeriego yo también
pero de única mujer y ego me sobra con el mío
débil mujer cada vez virgen
débil mujer cada vez virgen
nunca olvidaré tu pecho magníficamente adornado
querida mía qué herida mía
nos hemos ensayado recíprocamente durante quince
años
y apenas nos conocemos más allá de nuestros dientes
años
y apenas nos conocemos más allá de nuestros dientes
me vendría tan bien que te hubieras muerto
sin culpa mía sólo por demorar
que se diga de vos murió de llegar tarde
de todas maneras a mí qué me importa
que se diga de vos murió de llegar tarde
de todas maneras a mí qué me importa
todo el tiempo que me hagas esperar pensaré en otra mujer
me vendría tan bien que no fueras ya rubia
sino esa morena cualquiera que entra de costado
perdón ya sé que para ti no hay morenas las que no
son rubias son negras
dios te oiga para mí las mujeres de cualquier color resultan
asombrosas
son rubias son negras
dios te oiga para mí las mujeres de cualquier color resultan
asombrosas
o no tengo ganas de ninguna o tengo ganas de todas
mire mozo no voy a esperar más tráigame lo de siempre
es inútil ni bien te dejo sola te devora el camino
qué sería de vos si yo no te defendiera de los escaparates
serías bailarina o feminista
el alma se te marca como una forma más del cuerpo
¿Qué ómnibus puedo tomar para ir a lo de Betty?
¿cuál es la cubierta y cuál la cámara?
¿dónde quedan Islandia y la vesícula?
¿Cuál es el último vagón del tren?
¿cuál es la cubierta y cuál la cámara?
¿dónde quedan Islandia y la vesícula?
¿Cuál es el último vagón del tren?
¿la derecha es acaso la izquierda?
pero qué mujer curiosa
pero qué mujer curiosa
¿cuánto son siete y quince?
¿los asirios son los fenicios?
el benedictine, ¿es el coñac?
Te diré en general que lo desconocido no es lo conocido
basta ya de interrogarme sobre cada cosa
déjame ignorar alguna tácitamente
déjame concentrarme siquiera en la vida banal.
el benedictine, ¿es el coñac?
Te diré en general que lo desconocido no es lo conocido
basta ya de interrogarme sobre cada cosa
déjame ignorar alguna tácitamente
déjame concentrarme siquiera en la vida banal.
Por qué el hombre siempre hablando
la mujer siempre oyendo recibiendo
yo te pregunto por el silencio
yo te pregunto por el silencio
no ves que mi propio centro me atrae con gravedad irresistible
un trompo sigue bailando a condición de olvidar su periferia
si querés venir a ningún lado vení conmigo
pero tendrás que apurarte
vení aunque sea sin pintar
basta ya de mover las manos en torno de tu rostro
aunque sea en chinelas
ya no puedo esperarte
mis alternativas han sido siempre
te espero arriba o te espero abajo,
mientras vos te vestís,
mientras vos te vestís,
yo me emborracho
pero no siempre te puedo llevar a la rastra
tironeando de tus breteles
tironeando de tus breteles
no siempre puedo ser locomotora de tal coche cama
no siempre deberías ser aterciopelada cauda
alguna vez podrías ensayar la mano que precipita su
brazada para llegar al borde de la piscina
brazada para llegar al borde de la piscina
no ves que voy corriendo delante del tiempo
sería fatal que me alcanzara
me paso las noches interpretando a los gallos
siempre le gano lejos a mi despertador
por eso doy mi golpe en tu sueño mañana a mañana
claro que moriré primero si seguimos así
ya te imagino usualmente viuda entre procuradores
claro que muerto no podría encenderte la luz en tus ojos
claro que los dos muertos
qué sueño paralelo
la muerte qué cama camera
la muerte qué cama camera
yaceríamos juntos hasta la misma hora
pero todavía me queda tanto que descargar sobre vos
pero todavía me queda tanto que descargar sobre vos
tanto semen tanto aburrimiento tanto vino
tanto amor esa palabra con bigotes esa emulsión
de dulce de leche y ácido sulfúrico
el coito ese cometa que atraviesa
inesperadamente los días y las noches
el coito ese cometa que atraviesa
inesperadamente los días y las noches
otra vez cambiaste de peinado estás monísima yo cambié
de esfenoides
tengo tanto que hablarte nada que decirte
de esfenoides
tengo tanto que hablarte nada que decirte
acá te ofrezco esta rebanada de mí vida secreta
vuelco esta confusión y me muerdo esta uña
no sé si me entenderás uso palabras
yo tampoco puedo entender tu lenguaje de vísceras
el mundo cierra sobre mí para que yo lo desplome sobre tu
debilidad
el mundo cierra sobre mí para que yo lo desplome sobre tu
debilidad
esta vez el sexo nos separa boqueando
qué matrimonio de conyugicidas
te juro que te juro
ya me sentiste llorar toda la noche derribado en el centro
de tu pecho
de tu pecho
también bajo la ducha qué ridícula mezcla de gotas
ya no puedo seguir vomitando a la luz de una vela
ya no puedo seguir vomitando a la luz de una vela
mozo la cuentita por favor
entonces apruebo qué tierna estaba la carne
pero me quejo del limón tirado sobre la salsa
no se puede exprimir sin ensuciarse los dedos
me tapo la boca con la servilleta
como horrorizado de lo que he comido
me tapo la boca con la servilleta
como horrorizado de lo que he comido
finalmente mendigo el vuelto
una moneda rueda sobre la mesa
la golpetea como un trompo desesperado
hasta quedar yacente
redonda como la culpa.
Preciosa.
ResponderEliminarme gusta tu blog, es interesante , romantico y calido, felicidades
un saludo .
yezza{ElArraez}
http://yezzaelarraez.blogspot.com/
Gracias Yezza. Un saludo, me paso por el tuyo y dejo huellas.
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