
Cuadro: Picasso. Las señoritas de Avignon
Mujer,
vendimia azucarada,
centro en el amor por ti,
la residencia de mi canto.
Bajo los cielos, en silencio,
Bajo los cielos, en silencio,
entre crepúsculos, mi cuerpo,
paloma salvaje
cruzando el espacio de tu voz.
Quiero verme, me decías,
Quiero verme, me decías,
salvajemente
atravesada por tu canto.
Y desde entonces no dejo de gozar,
Y desde entonces no dejo de gozar,
primitivo, imposible,
salvaje entre tus piernas.
Miguel Menassa
No hay comentarios:
Publicar un comentario