No comprendo. ¿Dónde está el anillo?
El indio tomó su mano y la condujo a cierto lugar entre sus piernas. Los dedos de la mujer dieron primero con el pene, y luego los guió hasta encontrar el anillo, en la base del miembro. Pero al sentir la mano de la muchacha, el pene se endureció y él lanzó un grito, pues el anillo le presionaba y le producía un dolor muy agudo.
La mujer estuvo a punto de desmayarse de horror. Era como si quisiera matar y mutilar el deseo en sí mismo. Al propio tiempo, pensar en ese pene sujeto y rodeado por su anillo la excitaba sexualmente, y su cuerpo se tornó cálido y sensible a toda clase de fantasías eróticas. Continuó besándole, mas le rogó que se detuviera, pues le causaba un daño cada vez mayor.
Pocos días más tarde, el indio sufría de nuevo terriblemente, pero no podía quitarse el anillo. Tuvo que venir el médico y extraérselo. La mujer fue a verlo y se declaró dispuesta a huir con él. Aceptó. Montaron a caballo y viajaron toda una noche, hasta llegar a un pueblo suficientemente lejano. Allí ocultó a su amada en una habitación y salió a buscar trabajo en una hacienda. La joven no debía abandonar su encierro hasta que su padre se cansara de buscarla.
El indio tomó su mano y la condujo a cierto lugar entre sus piernas. Los dedos de la mujer dieron primero con el pene, y luego los guió hasta encontrar el anillo, en la base del miembro. Pero al sentir la mano de la muchacha, el pene se endureció y él lanzó un grito, pues el anillo le presionaba y le producía un dolor muy agudo.
La mujer estuvo a punto de desmayarse de horror. Era como si quisiera matar y mutilar el deseo en sí mismo. Al propio tiempo, pensar en ese pene sujeto y rodeado por su anillo la excitaba sexualmente, y su cuerpo se tornó cálido y sensible a toda clase de fantasías eróticas. Continuó besándole, mas le rogó que se detuviera, pues le causaba un daño cada vez mayor.
Pocos días más tarde, el indio sufría de nuevo terriblemente, pero no podía quitarse el anillo. Tuvo que venir el médico y extraérselo. La mujer fue a verlo y se declaró dispuesta a huir con él. Aceptó. Montaron a caballo y viajaron toda una noche, hasta llegar a un pueblo suficientemente lejano. Allí ocultó a su amada en una habitación y salió a buscar trabajo en una hacienda. La joven no debía abandonar su encierro hasta que su padre se cansara de buscarla.
MMM, DE CÓMO UN OBJETO DE ALINZAS DESENCADENA DESEOS DE LIBERTAD...
ResponderEliminarHola Antífona. Gracias por tu agudo comentario.
ResponderEliminarUn saludo
me gusto el primer párrafo.
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