sábado, 31 de octubre de 2009

POESÍA ERÓTICA. BESOS. GABRIELA MISTRAL

Cuadro: Diana y Calisto. Jean-Baptiste Marie

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenaron sé de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.


Gabriela Mistral

viernes, 23 de octubre de 2009

POESÍA ERÓTICA. VIVIRNOS. VICENTE ALEIXANDRE.


Cuadro: Desnudo. Julio Romero de Torres

No me digas que esta noche tu presencia murmurada,

tu casi invisible presencia,

de tan rumorosa que me eres,

de tan silenciosa y sonreída que esta noche te siento.

Aquí, tendida a mi lado,

como casi una nota musical suspendida;

en medio del silencio de la noche,

cuando nadie sospecha tu presencia, una luz

que silenciosa, que adelgazadamente ha irrumpido.

Dime. Callemos... ¿Qué es el amor? Vivirnos.

Vivirnos día a día. Son años, Son un minuto. Son el inmóvil

discurrir de la vida.

Quietos,

vemos pasar el tiempo. Corriente

parada, paradísima, milagrosa, donde tú estás eternamente juvenil.

mientras yo te contemplo, yo me vivo, trabajo,

amaso mi vida contra aquello que pasa. Soy lo que pasa.

Pero no paso, abrazado

a ti, a tu estar, a tu sonreír, a tu existir sin medida.

Oh silencio suspenso donde milagrosamente una nota resuena.

Una gota de agua que en la oscuridad nunca cede,

nunca cae, y en la cueva indecible misteriosamente brilla.

Brillo, vida, amor mío, presente continuo que en la cueva

del amor me recrea.

Oigo fuera los tiempos. Oigo el embate cruel de las

amontonadas espumas,

y siento aquí el aire parado, el frío delgado del aire inmóvil

de la cueva sublime,

y allí tú, delicada perla que por siglos viniste,

gota mirífica donde con el solo brillo interior

interminablemente resplandeces.

Carne, alma mía, verdad concreta, cuerpo precioso.

Clara tú, clara siempre, que a mí dadivosamente has sido pronunciable.

Pronunciarte, decirte, con tu bulto adorarte,

montón real, continuamente vivido como una verdad

confesada.

Mi confesión, mi dulce ser, mi dulce estar, mi vida sola,

tú, mi perpetua manifestación hasta el fin de mi vida.

Vicente Aleixandre

martes, 20 de octubre de 2009

POESÍA ERÓTICA. AMARANTA. RAFAEL ALBERTI


AMARANTA


... calzó de viento ...
GÓNGORA

Rubios, pulidos senos de Amaranta,
por una lengua de lebrel limados.
Pórticos de limones, desviados
por el canal que asciende a tu garganta.

Rojo, un puente de rizos se adelanta
e incendia tus marfiles ondulados.
Muerde, heridor, tus dientes desangrados,
y corvo, en vilo, al viento te levanta.

La soledad, dormida en la espesura,
calza su pie de céfiro y desciende
del olmo alto al mar de la llanura.
Su cuerpo en sombra, oscuro, se le enciende,
y gladiadora, como un ascua impura,
entre Amaranta y su amador se tiende.
*Cuadro de Théodore Chasseriau

lunes, 19 de octubre de 2009

Poesía erótica. Y ADÁN ABRAZÓ A EVA. VICENTE HUIDOBRO



Y Adán abrazó a EVA
Y al estrecharla entre sus brazos
Creyó que abrazaba toda la tierra.

Y allí, en medio de los campos,
Debajo de las ramas,
En pleno contacto con la tierra se juntaron
Sus cuerpos y sus almas,
Y Eva sintió que rugían
De placer sus entrañas
Cuando Adán afiebrado vertía
En ella el germen de la vida.

¡Oh instante solemne y profundo!
Instante supremo
Más grande que todo el universo
¡Oh apertura del amor en el mundo!



domingo, 18 de octubre de 2009

ORILLAS DE TU VIENTRE...


Cuadro: Julio Romero de Torres. Chiquita Piconera.

¿Qué exaltaré en la tierra que no sea algo tuyo?

A mi lecho de ausente me echo como a una cruz

de solitarias lunas del deseo, y exalto

la orilla de tu vientre.

Clavellina del valle que provocan tus piernas.

Granada que ha rasgado de plenitud su boca.

Trémula zarzamora suavemente dentada

donde vivo arrojado.

Arrojado y fugaz como el pez generoso,

ansioso de que el agua, la lenta acción del agua

lo devaste: sepulte su decisión eléctrica

de fértiles relámpagos.

Aún me estremece el choque primero de los dos;

cuando hicimos pedazos la luna a dentelladas,

impulsamos las sábanas a un abril de amapolas,

nos inspiraba el mar.

Soto que atrae, umbría de vello casi en llamas,

dentellada tenaz que siento en lo más hondo,

vertiginoso abismo que me recoge, loco

de la lúcida muerte.

Túnel por el que a ciegas me aferro a tus entrañas.

Recóndito lucero tras una madreselva

hacia donde la espuma se agolpa, arrebatada

del íntimo destino.

En ti tiene el oasis su más ansiado huerto:

el clavel y el jazmín se entrelazan, se ahogan.

De ti son tantos siglos de muerte, de locura

como te han sucedido.

Corazón de la tierra, centro del universo,

todo se atorbellina, con afán de satélite

en torno a ti, pupila del sol que te entreabres

en la flor del manzano.

Ventana que da al mar, a una diáfana muerte

cada vez más profunda, más azul y anchurosa.

Su hálito de infinito propaga los espacios

entre tú y yo y el fuego.

Trágame, leve hoyo donde avanzo y me entierro.

La losa que me cubra sea tu vientre leve,

la madera tu carne, la bóveda tu ombligo,

la eternidad la orilla.

En ti me precipito como en la inmensidad

de un mediodía claro de sangre submarina,

mientras el delirante hoyo se hunde en el mar,

y el clamor se hace hombre.

Por ti logro en tu centro la libertad del astro.

En ti nos acoplamos como dos eslabones,

tú poseedora y yo. Y así somos cadena:

mortalmente abrazados.


miércoles, 7 de octubre de 2009

Poesía erótica. LUCÍA MARTÍNEZ. FEDERICO GARCÍA LORCA

Lucía Martínez.
Umbría de seda roja.

Tus muslos como la tarde
Van de la luz a la sombra.
Los azabaches recónditos
Oscurecen tus magnolias.

Aquí estoy, Lucía Martínez.
Vengo a consumir tu boca
Y arrastrarte del cabello
En madrugada de conchas.

Porque quiero, y porque puedo.
Umbría de seda roja.

*Cuadro: María Magdalena. Leonardo Da Vinci

lunes, 5 de octubre de 2009

CUANDO HUÍA. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

CUANDO huía, en un vuelo de tocas trastornada,
de la impetuosa voluntad de mi deseo,
se refugiaba en un rincón, como una gata…
pero sus uñas eran más dulces que mis besos…
se le venía el velo hasta los ojos mágicos;
surgían leves rizos del cortado cabello,
rizos que descubrían un jardín imprevisto,
¡aquellos rizos de oro en los ojos inmensos!
Y en la proximidad ardiente del placer de su carne
Me incendiaba el olor de todos sus secretos,

aquel olor más fuerte para mí…y para ella…
¡que el olor de los lirios y el olor del incienso!

*Cuadro: "Pigmalión y Galatea". Jean-Léon Gérome